De pronto me encontré en un camino lleno de dificultades.
A cada paso que daba, no terminaba aún de sobreponerme a eventos nada agradables, cuando otro ya estaba detrás de mí, pisando mis talones.
Mi ánimo parecía estar paseando en una montaña rusa, en donde cada caída, era como si un pedacito de mi corazón se astillara; y en cada subida, ese pedacito de corazón se pusiera una bandita que curara la herida, que aún siendo pequeña, dolía mucho.
Y en ese andar, necesitaba de manos que solo me dieran un golpecito en la espalda para darme esa energía que necesitaba para no decaer...y pocas, muy pocas manos pude sentir.
No quiero engañar diciendo que esperaba más de ciertas personas las cuales cuando necesitaron, yo les entregue mi tiempo sin límite, y fue muy triste y decepcionante darme cuenta que muchas veces, las mismas personas no pueden desempeñar varias papeles en la vida de uno. A veces pueden ser tan egoístas y lastimar en sus comentarios, sin percatarse de eso.
En fin, la naturaleza humana es muy complicada y también admito que cuando más sola me sentía, menos quería saber de la gente de mi alrededor y de forma absurda buscaba a quien no quería escuchar.
La vida es un sinfin de situaciones y no todas son dulces, y puedo afirmar que he estado paladeando el sabor amargo desde hace rato...pero no pierdo las esperanzas de que pronto eso mejorará de forma gradual. y lo que más espero, es tener a alguien con quién degustarlo.
