domingo, 20 de marzo de 2011

La suma perfecta


Hoy estoy hecha un desastre.

Mi interior es un laberinto al cual no le hallo la salida y lo que a veces me ha parecido el final, es solo un tramo aún más enredado, en donde convergen mis sentimientos.


Tengo sueños hechos trizas, en donde en cada fragmento existió una esperanza de realizarlos.

Deseos frustrados que han desatado emociones, que me han llevado de la tristeza al coraje; del llanto a la soledad.


De pronto, el horizonte que día tras día, tenia frente a mi, se ve opaco, sin vida, borroso.

La confusión reina en mi cabeza y mi racionalidad entorpece mis acciones.


Haré bien? Haré mal? Me escondo tras una cobardía que paraliza, no deja lugar al movimiento, me ciega.


Me siento frágil, como si el viento pudiera levantarme y arrojarme a su antojo, como el castigo que mereciera por decisiones que no tome a tiempo.


Abro mis ojos y miro alrededor, y todo carece de color, no hay brillo que deslumbre.

Necesito calor, que ayude a descongelar este corazón que aun vive, y que quiero despertar.

Un mapa que dirija de nuevo mis pasos hacia nuevas aspiraciones, nuevos sueños.

Quizá una descarga de electricidad, que depure mi interior y lo limpie de esos agentes que obsorven mi energía, que me llenan de nostalgia, que me amargan el sabor.


Necesito una mano sincera que tome la mía tan fuerte que me haga sentir segura, y un abrazo tan grande que me de tranquilidad. Alguien que ayude a disminuir mis tormentas internas, que las calme...

Quiero un refugio a donde escapar, cuando la realidad se torna cruda y fria.

Es mucho? Es poco? la magnitud no lo se, pero quiero amor en su más simple expresión, donde uno más uno, es igual a uno.

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