viernes, 8 de abril de 2011

Amantes Desconocidos


De nuevo teníamos una cita,

después de varios meses de espera,

nos volvimos a encontrar.


No niego que estuve miles de horas

imaginando este encuentro y que al final

fue diferente y mucho mejor.


El tiempo no fue un compañero amigable en este evento,

pero pudimos aprovecharlo.


Mi comportamiento fue muy controlado,

pues fue una exigencia de mi propia persona.

No podía dejar fluir mis verdaderas emociones,

ya que eran delatoras ante el mundo.


Fue etérea y fugaz la experiencia,

dulce y picante; infantil y adulta...

y al final nos despedimos como dos buenos amigos,

que conforme se iban alejando, fingían ser unos desconocidos más.

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